es lo que parece.

Porque no vayas a pensar que lo único que hago en El Folletín del Folleteo es hablar de perfiles para ligar en Internet.

También abordo temas de comunicación, relaciones, ventas, dinámicas sociales, persuasión, secretos femeninos y lo que surja

Vamos, que lo que tengo montado es una excitante orgía de contenidos.

Y al angeliter medio eso le pone bastante.

Porque ya sabes que la variedad, la sorpresa y el juego son detonantes del deseo.

Y cuando hablo del deseo lo hago en el sentido más amplio: por una persona, por un infoproducto o por unos nachos con queso.

Te dejo más comentarios que me han hecho para que veas por dónde van los tiros…

«Buenísimo.

Magistral.

Es una lección que el 80% de los tíos no entenderán, pero de la que el 99% puede aprender.

Gracias.

Lo guardo para la entrevista que te haré, me has puesto cachondo física e intelectualmente».

«Espero y te deseo que compres el Ferrari, el chalet de lujo o tu propia mazmorra, eso ya es cosa tuya. Pero de verdad que lo estás haciendo de puta madre. Tendrías que mandar un e-mail cada 8 horas, rollo lexatín, porque soy como el perrillo de Pavlov que saliva cada vez que entra un e-mail tuyo.

Muchas gracias, Angels».

«Una de las cosas que más me gusta de tu newsletter es que me invita a tratar de entablar una conversación contigo.
 
No me ocurre con otras newsletter y no lo comento para dármelas de importante (nada más lejos por favor), pero tu modo de expresarte, punto de vista u opinión me genera un cosquilleo en la cabeza o me deja con un run-run que generalmente me hace reflexionar y me gusta mucho eso».
«Oye, Angels.
 
Te compré el libro hace unos días y oye, genial: gracia, sentido común, naturalidad y filtros, ese es el secreto para que los algoritmos le den vidilla a la zona sacro-iliaca y sobre todo a los suelos pélvicos.
 
Todavía estoy por notificarte los tralarís.
 
Pero esa no es la cuestión de este mail, el tema es AGRADECERTE que, como vendedor que lleva 15 años en activo (siendo una realidad que la semana que viene cumplo los 30) y que, dedicándome a la venta cuerpo a cuerpo, cara a cara, tanto tú como El Monge habéis conseguido re-enamorarme de las ventas, desempolvar el estilo directo, la irreverencia, los tacos, la puta naturalidad que me han servido para generar una experiencia al cliente diferente y memorable en ciertos aspectos».

«La diferencia de tus correos con los de otras suscripciones es que los tuyos tienen valor en sí mismos, porque das consejos que perfectamente podrían salir de una terapia psicológica.

Puede que dependa de la temática o sector, pero en general me parece que tiene mérito.

Enhorabuena».

«Hay varias cosas que bajo mi punto de vista haces muy bien y una de las principales es dar voz a esa especie de comunidad heterogénea que comparte experiencias y vivencias personales, que a través de tu filtro y análisis, se terminan convirtiendo en valor y conocimiento útil para todos los demás miembros.
 
Las relaciones humanas son una de las cosas más complejas y con más aristas que yo he conocido y creo que es muy enriquecedor, echa bastante luz sobre las zonas oscuras y es todo un acierto por tu parte hacer ese trabajo de divulgación.
 

Como seguro que entiendes, para un hombre como yo, con ya treinta y muchos, es realmente difícil obtener consejos sinceros o conocimiento útil (que le ayuden a ligarse a más gachíses o llevarse alguna a la cama) que venga desde la óptica de una mujer».

«Muchas gracias por tu atención, de verdad, esto hace de tu newsletter y tus productos algo más personal, más cercano, y al final la gente también busca alguien que conecte y sentir cierta vinculación, y, en mi caso concreto, sí siento que lo que nos ofreces (como el ebook o la entrevista) es para alguien como yo, y parece que lo has hecho pensando en mí, me siento más satisfecho con mi compra».
 

Para ver a santo de qué tanto alboroto, apúntate ya.

Cuesta menos que encontrar buen contenido adulto en Internet y es igual de satisfactorio.
 
(O más; depende de lo pervertido que seas).
 

Y aunque debo insistir en que tengo algún que otro hater…

«No me envíes más mierda, eres una prepotente y usurera, solo quieres cobrar. Paso de tí, tus mensajes y su tía».

«Pues opino que el concepto descrito es simplista, machista, 100% binario (y por lo tanto tránsfobo) y que abrir melón sobre estos temas quizás lo deberíamos tener ya superado».

«Añadiría que también es una ofensa para los daltónicos por el color del texto. Esta mujer no está teniendo en cuenta a nadie».

… La mayoría de mensajes que me mandan van en esta onda:

«Hace unos días le comenté a mi pareja: «mira que pensaba que en esto del email marketing lo había visto todo, pero joder… mira ésta».

Chapó chiquilla (modo machista on). A cuadros me has dejao, y no era fácil».

«En general, el mundo sería mejor si siguiéramos tus consejos; lo único que tú lo aterrizas en un ámbito concreto y ayudas a la gente que lo necesita.

Porque todos deseamos el encuentro.

Tú nos ayudas a saber posicionarnos, a saber explicarnos, a saber buscar, saber analizar lo que esperamos y saber comunicar lo que podemos dar.

Fíjate, si fuese así, el mundo sería cojonudo».

No seas tan egoísta y haz del mundo un lugar mejor: suscríbete ya.

«Pues sí, he de reconocer que me ha gustado. Cuando me he despertado a las seis y lo he leido, he pensado: ‘OMG’. Luego lo he leído por segunda vez y he pensado: ‘qué cabrona’».