[Si tienes mucha mucha prisa, encontrarás los diez mandamientos del copywriting al final del artículo]
¿Cómo se llama eso que haces, hija?
¿Copywriting? Ah, sí, lo de los derechos de autor…
¿Copy qué?
Estas son algunas de las preguntas que me suelen hacer cuando digo que soy copywriter.
Y no es de extrañar, porque aunque la escritura publicitaria se remonta nada menos que a la antigua Babilonia, es una modalidad del marketing que pasaba desapercibida hasta hace dos telediarios.
Ray Edwards, uno de los copys más influyentes en la actualidad, dice que el copywriting es “el arte de vender en papel impreso”.
Me gusta su definición porque va directa al grano.
Venta. Negro sobre blanco.
Y ya está.
A eso es a lo que me dedico, mami. Ayudo a empresas y a profesionales a vender más a través de sus páginas web. Y lo hago utilizando las técnicas que nos enseña el copywriting.
Porque, que no te engañen, el copywriting tiene mucho más de ciencia que de inspiración.
¿Que cómo funciona el copywriting? Aquí te doy las claves.
Voy a empezar diciéndote qué NO es copywriting.
El copy no va de sentarse frente al mar a esperar a las musas y dar con un eslogan memorable.
El copy tampoco va de mirar a tus competidores y recurrir a las mismas frases estereotipadas que se repiten como el ajo en todos los sectores.
[Un inciso]
Por mucho que veas las mismas palabras en empresas similares, eso no significa que les den resultado.
Eso significa que se copian entre ellas, que no conocen a su cliente ideal, y que no han contratado a un copy.
Conclusión: no te guíes por tu competencia. A menos que lo haga bien, claro. Y entonces, tú tendrás que hacerlo mejor.

Dicho esto, sigamos.
El objetivo final del copy es aumentar la tasa de conversión de tu página web.
Este concepto hace referencia al número de personas que, aunque en principio no pensaban comprar tu producto, registrarse en tu blog, compartir tu contenido, o cualquier otra acción que tú decidas, acaban haciéndolo porque los mensajes del copy les han motivado a pasar a la acción.
De ahí la palabra conversión: pasan de meros lectores a compradores finales.
Y para conseguirlo, los copywriters seguimos un método de trabajo bastante estandarizado.
Primero nos empapamos de tu negocio.
Te hacemos una entrevista, te pasamos un formulario en el que te preguntamos hasta el más mínimo detalle de la empresa, vemos qué se cuenta de ti en las redes… Una inspección que ríete tú de Hacienda.
Luego hacemos lo mismo pero con tu competencia y tu sector.
Tomamos nota de los mensajes más repetidos, del tono de las empresas y del feedback de los consumidores.
Esta información la analizamos con el objetivo de detectar puntos de mejora y aplicarlos en tus textos.
Por último, pasamos a definir a tu Buyer Persona, que es el perfil de tu cliente ideal. Esta fase nos permite segmentar a tu público y redactar un copy que vaya directo al corazón de tu audiencia.
Con toda esta información elaboramos la que será tu propuesta de valor, que es el hilo conductor de todo el copy, y cuya finalidad es destacar qué te hace diferente de tus competidores y por qué proporcionas la solución perfecta para tus clientes.
Y como colofón llegamos a la redacción del copy.
En función del tipo de negocio, de la finalidad del texto y del perfil de la empresa, elegiremos alguna de las fórmulas de copywriting que nos sirven de guía para no empezar de cero en cada ocasión.
Sí, amigo, los copys seguimos fórmulas.

Y os hablaré de ellas en otra ocasión. Palabrita.
Pero el objetivo de hoy era aclararte por encima en qué consiste este trabajo. Y espero haberlo conseguido.
Los diez mandamientos del copywriting
Ya has visto que escribir para encandilar tiene poco de inspiración.
Al contrario. Aquí hay mucho de investigación, análisis y conclusiones.
Piénsalo bien: ¿crees que no vale la pena llevar a cabo este proceso para promocionar tu negocio?
Y para acabar, lo prometido es deuda. Aquí tienes los diez mandamientos del copywriting:
1. Amarás a tu cliente ideal sobre todas las cosas.
2. No tomarás la conversión en vano.
3. Santificarás tu propuesta de valor.
4. Honrarás a los beneficios de tu producto o servicio.
5. No matarás de aburrimiento a tus lectores.
6. No cometerás actos de egolatría.
7. No robarás los mensajes de tu competencia.
8. No darás falsos testimonios ni mentirás.
9. No consentirás un lenguaje técnico o rebuscado.
10. No codiciarás sin querer ayudar a tu audiencia.
Espero que te sirvan de guía en todos tus textos.
Gracias por haber llegado hasta aquí.
Si tienes alguna pregunta o quieres comentar algo sobre tu experiencia, estaré encantada de leerte en los comentarios.
Y si crees que este post puede interesar a alguien de tus contactos, tienes mi permiso para compartirlo en tus redes. Faltaría más.
Saludo secreto…

… ¡y hasta la pronto!