Con esto del confinamiento no sé muy bien en qué día vivo y casi se me pasa que hoy toca compartir un mail por aquí.
Te dejo con uno que mandé el 3 de febrero.
Asunto: De primero arroz a banda, de postre arroz con leche… Texto vista previa: Y de música Arroz Stewart. Si solo pudieras escuchar un estilo de música durante el resto de tu vida, ¿cuál elegirías? Es una pregunta difícil para empezar la semana, lo sé. Pero vamos a jugar, piénsalo un momento. Yo le he estado dando vueltas y elegiría la Bossa Nova. Me parece un estilo lo bastante amplio como para tener opciones para cada ocasión. ¿Momento romántico? “Deusa do amor”, de Moreno Veloso con Domenico. ¿Un poquinho de jazz? “Take it easy my brother Charlie”, de Jorge Ben Jor. ¿Algo bello porque sí? “Águas do março”, de Antonio Carlos Jobim con Ellis Regina. ¿Te sientes juguetona? “Comanche”, de Jorge Ben Jor. ¿El clásico de los clásicos? “The girl from Ipanema”, versión Astrud Gilberto. ¿Hora de darlo todo en la pista? Pues “Mas, que nada!”, de Jorge Ben Jor. O “Ponta de lança Africano”. De Jorge Ben Jor. ¡Ja! Ya lo has pillado. Me flipa Jorge Ben Jor. Es que Jorge lo mezcla todo como ninguno: funky, blues, samba, reggae, soul, jazz, samba, bossa… No es música para puretas, eso está clarinete. Anécdota. ¿Te acuerdas de aquel exitazo de Rod Stewart – “Do ya think I’m sexy?”. Sí, ¿verdad? Pues resulta que aquí hubo plagio, amiga. En el estribillo, concretamente, que fue sacado tal cual del momento “Tê Tê Tê, Têtêretê” de “Taj Majal” de Jorge. Él demandó, claro. ¿Y sabes cómo quedó la cosa? Pues mira, Rod ya era una estrella con posibles y contrató a un equipo de abogados-sanguijuela que le propuso la siguiente estratagema: destinar las ganancias de la canción a Unicef. De esta manera no tenían que pagarle a Jorge y si este decidía proseguir con la demanda quedaba como un desalmado que no quería dar su dinero a los pobres. Y así quedó la cosa. En 2012 Rod Stewart publicó su autobiografía y comentó que fue un “plagio inconsciente”. Bueno, aceptamos pulpo. Y te perdonamos porque cantas como pocos, que si no… Dicho esto, llega el momento moraleja marketera. Lo siento, es mi trabajo. No me la puedo saltar. Pero le voy a dar un giro inesperado al asunto. Tú, que me conoces, seguro que ya estabas pensando algo como “verás como ahora me dice que está hasta el moño de ver webs calcadas unas a otras, que hay que ser diferente y que patatín y patatán”. Y oye, no hubiera estado mal como colofón, pero voy a ir un paso más allá. Lo que te voy a decir es lo siguiente: Tienes que pensar en ti (en tu web) como si tú fueras Jorge Ben Jor. Alguien tan original, tan inesperado y tan j0d1d4m3nt3 molón que sean los demás los que te quieran copiar a ti. Y luego, si eso, te dedicas a poner demandas. Ahí lo dejo. Vuelvo el miércoles con más cultura de barra de bar. Hasta entonces, un abrazo cálido como la bossa nova. Angels P.s.: no te creas que estos mails me los saco de la manga mientras desayuno gachas, ¿eh? Si me quieres dar alguna idea, te leo encantada en mi bandeja de entrada. |